lunes, 14 de diciembre de 2009

Opina sobre nuestro blog

¡Hola a tod@s! desde Geoglifico queremos animaros a que echeis un vistazo a nuestro blog y nos hagais algún comentario-aportación que considereis que puede mejorar lo que hasta ahora llevamos hecho.
Para resumir, Geoglifico es un blog que trata sobre el medio ambiente. Queremos destacar algunos de los problemas que la acción humana genera en el medio ambiente, tales como el impacto de las nanotecnologías, los transportes y la agricultura industrial, intentando proponer o visualizar algunas alternativas de actuación que podemos emprender para un desarrollo ecológico y sostenible de nuestras sociedades.
Esperamos vuestras respuestas e ideas!
Muchas Gracias!

viernes, 11 de diciembre de 2009

MARCO GENERAL Y MARCO PARTICULAR

MARCO GENERAL DE APROXIMACIÓN AL ESTUDIO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE

A lo largo de la historia humana, el ser humano ha ido sirviéndose de la naturaleza para su supervivencia. La naturaleza en el pasado abastecía al ser humano con sus recursos, recuperándose de forma continua y manteniendo un equilibrio. Los grupos humanos han ido creando diferentes sistemas para el desarrollo y mejora de la calidad de vida humana en los distintos puntos del planeta (caza, recolección de plantas silvestres, agricultura, industria, transportes, etc).
A partir de la revolución Industrial, la modernidad y el desarrollo de complejos sistemas tecnológicos el ser humano ha llegado a niveles de producción y consumo sin precedentes. Se ha experimentado un gran crecimiento demográfico, una gran explotación de los recursos, nuevos yacimientos de materiales, nuevas industrias, nuevos productos, etc, y todo ello, en el marco de un sistema mundial capitalista de mercado “libre” para el consumo, basado en la acumulación del capital y el lucro privado.

Desde la sociología, la idea de medio ambiente considerada como tal es relativamente nueva. La concepción del medio ambiente como factor biofísico que afecta y es afectado a su vez por los sistemas sociales ha sido incorporado tarde por la comunidad científica sociológica, y ello tiene su origen en “la propia tradición epistemológica de la disciplina que (…) tiene su origen en la inadecuación del paradigma dominante del excepcionalismo humano (el hombre no estaría sujeto a las leyes universales-ecológicas- de la naturaleza) para entender la influencia de los procesos ecológicos en las sociedades humanas”. (Torres, 2003:5). Esta sociología original de carácter antropocéntrico ha derivado en una visión alternativa o ecocéntrica, en la que los seres humanos son reintegrados en el mundo natural, conformando así, un nuevo paradigma ecológico, cuyo enfoque parte de que los seres humanos forman parte de la naturaleza y están en la naturaleza.
Según Torres (2003) existen tres perspectivas teóricas sociológicas sobre la problemática ecológico-social (Ecología Humana, Sociología Ecológica y Ecología Política)

  • La Ecología Humana es el estudio de la estructura y desarrollo de las comunidades humanas y cómo estas poblaciones humanas se adaptan a sus ambientes, tomando en cuenta los sistemas tecnológicos y patrones de organización social. Esta disciplina representa una aplicación de las perspectivas de las ciencias biológicas y sociales.
  • Por otro lado, la Sociología Ambiental o Ecológica está orientada por una visión sistémica de la sociedad, que estudia el impacto social en el medio ambiente físico y biológico como factor activo y no inerte. Su crítica es hacia la civilización industrial, a partir del reconocimiento de límites al desarrollo, y la formulación de una alternativa sostenible, transitando hacia el paradigma de la complejidad provocando una ruptura con el método positivo de la ciencia moderna.
  • En cambio, la Ecología Política se diferencia de esta última, por que asume completamente el paradigma de la complejidad, integrando el conocimiento científico de la complejidad y del saber común en dirección hacia la emancipación social: hacia un nuevo sentido común, donde converjan plenamente las ciencias sociales y las ciencias naturales. Se confronta abiertamente con el núcleo duro del sistema capitalista proponiendo un cambio en el modo de vida actual de despilfarro energético considerado insostenible.

Por otro lado, y distanciándonos un poco del corsé sociológico, podemos decir que en el plano teórico general, es a partir de la obra Silent Spring de Rachel Carson de 1960, cuando se comienza a reflexionar conceptualmente acerca de una tal y desconocida “crisis ecológica”. En esta obra original, la autora se centra en el análisis de los contaminantes químicos, y la arritmia que se produce entre los procesos de la sociedad y los procesos de la naturaleza, entre los procesos transformadores de los sistemas y los procesos de capacitación para su comprensión. Pero sobre todo, en el plano práctico, es “a partir de la crisis energética de principios de los setenta cuando sonó la alarma que sembró la duda, en distintas instancias institucionales sobre la capacidad de nuestro planeta para soportar los efectos de la actividad humana, en general, y de la económica en particular”(Orellana,2004:163).
A partir de entonces la preocupación por la problemática medioambiental aumenta, y esto se conecta con el concepto de sociedad reflexiva de Ulrich Beck, que es aquella sociedad que intenta evitar los riesgos presentes, prevenir los futuros y evitarlos en el contexto de una sociedad de riesgo. Esto se debe según el autor, a la importancia otorgada a la supervivencia humana y la conciencia de la sociedad del peligro y de los riesgos que producimos a nuestra propia especie, y que por tanto, se revela, ya que la sociedad es consciente de que quiénes nos protegen de los peligros (política, economía y sociedad) son los causantes de estos peligros.
Actualmente los movimientos políticos, empresariales, sociales predominantes son aquellos que actúan bajo un cartel denominado “desarrollo sostenible” o “sostenibilidad” o “sustentabilidad”. Se ha producido una “ambientalización” de los debates del desarrollo, y sin embargo, estos vocablos no están exentos de ambigüedad y de oportunismo político, en un contexto donde bien se puede afirmar que la sensibilidad de distintas instituciones hacia el medio ambiente ha aumentado a escala global y local. Ejemplos son el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, propuestas ambientalistas a la Comisión de las Comunidades Europeas, o el Informe Global sobre la Situación Ambiental de Naciones Unidas (UNEP) denominado “Geo-2000”, cuyas conclusiones se resumen en que “el presente discurrir de las cosas es insostenible y ya no es una opción posponer los remedios por más tiempo (…) Se trata de que el consumo es excesivo, incontrolado e insostenible.”
En el mismo sentido, existen grupos ecologistas, ciudadanos del mundo, e instancias gubernamentales e internacionales avalados por informes científicos, que consideran que existe una verdadera crisis ambiental global, y que se está produciendo un calentamiento planetario a causa de los gases que emitimos a la atmósfera a partir de la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Sin embargo, existe otra corriente escéptica de la gravedad del asunto o "cambio" climático, que ha terminado por acuñarse bajo el término “negacionistas” compuesta por científicos, analistas y políticos/as, aunque algunos de ellos prefieran denominarse ecologistas escépticos. “Los negacionistas critican la existencia de una idea dominante (el ecologismo) que debe ser obedecida como si fuera una religión, de tal forma que quien la discuta es enviado al averno. Comparan a los críticos con los librepensadores y al resto como absolutistas o fascistas”. (El país, Edición impresa, 08/03/2009).
En este momento, hay un debate controvertido acerca de los efectos de las actividades humanas en el medio ambiente, y en concreto acerca del cambio climático, ya sea entendido de manera catastrofista o negacionista. Lo que si está claro es que existen obstáculos teóricos e ideológicos para resolver los problemas medioambientales en la práctica real, pues existen ciertamente numeroso informes científicos que no dudan en la realidad del actual cambio climático y su origen asociado a la quema de combustibles fósiles, y que no dudan en los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente de otras actividades humanas, como la industria química, el desarrollo de las nuevas tecnologías, los transportes, el uso de pesticidas, etc.

MARCO TEÓRICO PARTICULAR DEL BLOG

La nuestra es una sociedad del riesgo, no sólo medio ambiental sino también social, según Gothard Bechmann “el patrón común en todas las áreas donde el hombre ha generado riesgo es que nadie puede predecir con certeza cuán grande es realmente es peligro”, pues “la propia ambigüedad del daño ecológico y la globalidad de las consecuencias hace difícil la prevención”. En este sentido, la sociedad va siendo consciente de que es un peligro para sí misma y para la naturaleza, puesto que las consecuencias técnicas son incalculables, ya sea por ignorancia o por irresponsabilidad.

Con la modernidad y el desarrollo del capitalismo el sistema social ha producido una artificialización de la vida humana y natural sin precedentes. Su funcionamiento mercantil ha propulsado una inconexión entre lo humano, lo social y lo medioambiental. Se ha perdido el principio de unidad desde la visión mecanicista científica del universo de Newton. De forma más clara, lo apunta Torres (2003) la creciente complejidad de las estructuras sociales alarga la cadena de conexiones entre la sociedad y la naturaleza, de tal modo que la sustentabilidad de sociedades altamente desarrolladas llega a hacerse dependiente no sólo del mantenimiento de los lazos entre la sociedad y el entorno natural , sino también de los lazos que se dan entre actores sociales y las instituciones” Nos enfrentamos a naturalezas sociales construidas por otros y que no son naturalezas efectivamente experimentadas reflexivamente por nosotros mismos. Esto ha provocado un alejamiento de la tierra y la naturaleza tal como la hemos definido, y nos hace olvidar que nuestra supervivencia depende de ella. No hay integración sino interacción de los sistemas funcionales. Esta diferenciación funcional hace que no haya instancia central de autorreferencia. La ciencia pierde autoridad y le ocurre porque se mueve en el terreno de la especulación, de la idealización, de la probabilidad.
Nuestro sistema productivo ha llegado a unos límites de capacidad acumulativa que invisibiliza los procesos de relación ser humano-naturaleza (extracción de recursos, producción, distribución..) para la supervivencia. En un mundo de capacidades y posibilidades limitadas nos guiamos por objetivos ilimitados, tales como el crecimiento económico, la sociedad de consumo ilimitado, o el incremento demográfico. Los ritmos de demanda de consumo de estos sistemas sociales humanos son más rápidos que los niveles de reposición de los recursos y de absorción de los residuos. Por ello, nos situamos desde la teoría sociológica desde la perspectiva de la Ecología Política, ya que critican a la sociología ambiental porque percibe de forma reformista e irreal el problema, trasladando su solución al futuro por medio del crecimiento económico, los avances tecnológicos y la educación ambiental
Son las reflexiones acerca de estos hechos físicos de limitación o visibilización de los procesos, los que nos llevan a concurrir en una visión ecológica del mundo que “percibe los procesos de destrucción de la naturaleza y sus recursos, de la vida orgánica y de los equilibrios planetarios, que se han visto crecientemente alterados precisamente por la acción científico-técnica del hombre desarrollado, hasta poner en peligro la propia supervivencia de la especie humana” (Costa, 2005:228).
Partimos de que la nuestra es una sociedad del riesgo socio-ecológico que es aquella sociedad con un sistema social que para la supervivencia de sí mismo, gobierna creando injusticia y vulnerabilidad social (a partir de la diferenciación funcional), y creando amenazas ecológicas cuya prevención y control de los riesgos por parte de la política, la economía, la sociedad, o de las propias personas son inciertas.
Es decir, que la combinación del riesgo social (el sistema social es un peligro para la propia sociedad o sistema mediante sus propios procedimientos de acción) y el riesgo medio ambiental o ecológico (que es un peligro para la fuente misma (naturaleza) de nuestra existencia humana) llevan a la edad del riesgo para el ser humano y por ende, de la natura.
Con el avance de la ciencia y la tecnología en la sociedad, y con la diferenciación de los aspectos sociales, el problema del riesgo está adquiriendo una gran dimensión. (Bechmann, G: 32). El riesgo nos hace conscientes de la contingencia social y cualquier decisión (se tome o no se tome) puede tener impactos negativos o positivos. Actualmente, la toma de decisiones se ha intensificado, pero en un contexto de conocimiento débil del entorno.
En este sentido y tal como afirma Beck la nuestra es una sociedad contextualizada en una irresponsabilidad organizada. Nuestra perspectiva es realista, aunque seamos conscientes de que lo que se percibe como real llega a ser real, pero también somos conscientes de que aquello que se ignora o se define como irreal, no por ello, deja de tener consecuencias.
Sin embargo, este “lenguaje del riesgo refleja una nueva incertidumbre en la sociedad y asume la forma de una percepción consciente del futuro como algo contingente construido sobre el presente” (Luhmann:1996). Y aquí es donde está la principal contradicción: la sociedad moderna experimenta su futuro de manera incierta, pero desde la toma de decisiones del presente en un contexto de riesgo.

BIBLIOGRAFÍA

- BECHMANN, G. (2004) Riesgo y sociedad posmoderna
- CANO ORELLANA, A: Indicadores de sostenibilidad. La necesidad de indicadores de síntesis. Pp 163-167
- COSTA MORATA, P (2005): “Revisión de la idea de progreso desde la crisis ambiental” en Sociedad y Utopía. Revista de Ciencias Sociales, nº 25, pp. 227-241
- LUHMANN, N: (1996) Introducción a la teoría de sistemas. Universidad Iberoamericana, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Barcelona. Ed. Anthropos.
- TORRES RODRÍGUEZ, A.J (2003) La sociología ante el medio ambiente